“QUE TU ALIMENTO SEA TU
MEDICAMENTO,
Y QUE TU MEDICAMENTO SEA TU ALIMENTO”
(Hipócrates 460 A.C.)
Para Hipócrates, la salud es el estado de armonía perfecto.
La enfermedad es la encargada de restablecer el equilibrio perturbado es, pues,
una reacción de conservación. Salud y enfermedad son las dos funciones que
tienen el mismo objetivo, la conservación de la vida. Consciente de que la
salud es el patrimonio más preciado que posee el ser humano.
Come Sano
Tu cuerpo no es un
contenedor de basura, así que deja de darle comida basura.
Piensa en positivo
Cuesta lo mismo pensar
en positivo que en negativo sin embargo, las consecuencias son muy
diferentes. Buddha dijo: "todo lo que somos es el resultado de
nuestros pensamientos”. Levántate siempre con una sonrisa e intenta mantenerla
durante el día.
En vez de pensar en lo
mal que comes, en lo que no te gusta de tu cuerpo o en lo que piensan los
demás sobre ti, piensa en tus puntos fuertes y las cosas maravillosas que
hay en tu vida.
Aprende a aportar oxígeno a tus células
Aprendiendo a respirar
profundamente. Lograrás aumentar tu energía y conectar con tu interior. Tómate
5 minutos al día para realizar ejercicios de respiración profunda.
Analiza en profundidad tus emociones
Cierto es que cuando estamos emocionalmente
"tocados" nuestro apetito cambia.
Hay personas que no
pueden asimilar la situación que están viviendo por lo que se cierra su
estómago. Otras en cambio ven la situación como algo que deben asimilar sí
o sí y, literalmente se lo tragan. Esta es la diferencia entre una persona
que ante los problemas come y la que no. ¿Te tragas los problemas? ¿Qué
cosas decidirás hacer para evitar tragarte todos esos problemas?
Además de todo lo dicho hasta ahora,
conviene recordar que toda dieta sana debe ser compatible con la posibilidad de
compartir sonrisas en la mesa. Incluso hay quien dice que son más importantes
para la salud que lo que hay en el plato.
- Olvidarse
de "hacer dieta", un concepto que suele tener una connotación
negativa y centrarse en aprender, día a día, los buenos hábitos
dietéticos, funciona.
El perder peso no es solamente el
encontrar una dieta o suplementos dietéticos que nos funcionen en un momento
dado, sino que debes integrarlo como tu filosofía de vida para que funcione. Al
plantearnos perder peso, pensamos solo en nuestro cuerpo de manera individual
separándolo de nuestra mente y no es así.
Formamos parte de un todo, por lo que
igual que te comprometes con tu cuerpo, debes hacerlo con tu mente y echar una
mirada honesta a tu vida. Todo lo que te ocurre, pasa por el filtro de tus
pensamientos y creencias adquiridas,. Así es como tu percepción y tus acciones
crean tu realidad y esta se refleja en tu cuerpo.
La base de un buen plan de pérdida de peso
es, aparte de alimentarse de forma controlada y saludable adquiriendo hábitos
dietéticos correctos y practicando de forma habitual ejercicio físico, ENFOCAR LA VIDA CON POSITIVISMO.
C.C.El Portachuelo
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